Limpieza y Lechada de Piscinas

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Somos especialistas en hacer la limpieza y lechada de la piscina

Si observamos que en la junta que une los gresites existen tramos sin el material blanco que los une, entonces debemos dar una lechada a la piscina para evitar fugas y filtraciones.

Aplicación de las lechadas o rejuntado del gresite

Si queremos disfrutar de una piscina de gresite durante mucho tiempo, debemos hacer un mantenimiento regular de la misma. Para eso se aplican lechadas en el momento en que las juntas que unen los mosaicos comienzan a agrietarse o trocearse. En caso contrario acabaremos sufriendo fugas de agua y filtraciones.

Dar una lechada a la piscina consiste en aplicar un cemento especial a la uniones de los gresites para rejuntar de nuevo el vaso y mantenerlo impermeable al agua. El material que se utiliza es especial para esta labor y no sirve cualquier tapa-juntas que podamos encontrar en el mercado.

Ocasiones en que es necesario el rejuntado

Si vemos que entre los gresites se están formando zonas sin material blanco, que es la junta impermeable que hace la función de evitar las filtraciones, entonces ha llegado el momento de dar una lechada a nuestra piscina. También debemos hacerlo si se están formando líneas negras en las juntas, que pueden provenir de suciedad o del cemento de la base del gresite.

Problemas de no aplicar la lechada con regularidad

Son varias las consecuencias negativas que tiene no cumplir con el mantenimiento periódico que exige una piscina de gresite. Las más importantes son las siguientes:

• Se deteriora la impermeabilidad del vaso.
• Se pueden despegar los gresites.
• Las algas pueden proliferar en las juntas.
• La estética de la piscina se deteriora.

Periodicidad y proceso para aplicar lechadas

Lo ideal es hacer un rejuntado de los gresites y aplicar una lechada cada 4 años. Si dejamos pasar más tiempo corremos el peligro de que ocurra alguna de las circunstancias mencionadas en el punto anterior.

Para realizar una lechada lo primero que se debe hacer es vaciar la piscina. Posteriormente se hace una limpieza mediante una máquina a presión y un líquido desincrustante para arrancar el material de las juntas. Por último, una vez que el vaso está suficientemente limpio como para garantizar el agarre del nuevo material, aplicamos la lechada.

Para el rejuntado debemos utilizar un material especial que resista el contacto con el agua y el ataque de los productos químicos utilizados para la desinfección. Además, debe aguantar la radiación solar, los cambios de temperatura y las posibles heladas, así como el contacto con la sal en caso de que estemos utilizando un clorador salino.

Alternativas a la lechada

Una de las alternativas es la aplicación de fibra de vidrio, aunque este material está más indicado para las piscinas de fibra-poliéster.

El método más utilizado para evitar tener que aplicar lechadas cada cierto tiempo es la instalación de lámina armada, un material de revestimiento que posee numerosas virtudes y que cada vez se utiliza más para revestir e impermeabilizar todo tipo de piscinas.

Consúltanos sin compromiso

La lechada de tu piscina puede ser un proceso complejo y la ayuda del profesional adecuado puede marcar la diferencia.

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Preguntas Frecuentes